URGENTE |
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SANIDAD | Estudiantes en prï¿œcticas
Vï¿œdeo: Marta Planells | Foto: Benito Pajares
Tener una dentadura sana y cuidada nunca ha sido una necesidad especialmente barata. Los expertos recomiendan, al menos, dos visitas anuales al dentista para mantener una salud bucal adecuada pero los problemas econï¿œmicos por los que pasan las familias en la actualidad impiden, en muchos casos, el acceso a este tipo de tratamientos.
Las clï¿œnicas odontolï¿œgicas de las universidades se han convertido en una salida para muchas personas, que deciden ponerse en manos de estudiantes de Odontologï¿œa movidos por los descuentos que ofrecen este tipo de instalaciones. Y es que las facultades son ya autï¿œnticas clï¿œnicas totalmente equipadas, donde los estudiantes realizan sus prï¿œcticas con pacientes reales, a precios considerablemente menores de los que se pueden encontrar en la calle, que pretenden compensar la falta de experiencia.
Sï¿œlo en la ciudad de Valencia hay cuatro de estas clï¿œnicas, que corresponden a la Universitat de Valï¿œncia, el CEU Cardenal Herrera, la Universidad Europea de Madrid (UEM) y la Universidad Catï¿œlica de Valencia (UCV). Todas, excepto la clï¿œnica de la Universitat, han experimentado un incremento de pacientes considerable en el ï¿œltimo aï¿œo. En el caso del CEU, el aumento con respecto al curso pasado ha sido del 15% y atienden ya a mï¿œs de 3.500 pacientes al aï¿œo. La UEM, que es la mï¿œs reciente, tiene ya a casi 200 pacientes a la semana que acuden para realizarse todo tipo de tratamientos; pero sin duda es la Universitat de Valï¿œncia la mï¿œs demandada, con una lista de espera de 1.500 pacientes aproximadamente. Asimismo, la Universidad Catï¿œlica ha experimentado un incremento del 22,5% y cuenta ya con casi 2.500 pacientes nuevos al aï¿œo. En lo que llevamos de 2013 han atendido casi 900 visitas, por lo que aseguran que la tendencia de crecimiento se mantiene.
Pese a que se trata de instituciones acadï¿œmicas cuyo objetivo ï¿œnico es la docencia, la sombra del lucro planea cada vez mï¿œs bajo por este tipo de clï¿œnicas. El presidente del Ilustre Colegio Oficial de Odontï¿œlogos y Estomatï¿œlogos de Valencia, Enrique Llobell, asegurï¿œ a este diario que «siempre se han atendido pacientes en las universidad como parte de la formaciï¿œn» pero rechazï¿œ de pleno que se pretenda hacer negocio con este tipo de asistencias.
«Estamos totalmente en contra de que las universidades se puedan lucrar con estas clï¿œnicas», sentenciï¿œ. Y destacï¿œ que el nivel de asistencia que se puede dar en una clï¿œnica universitaria «jamï¿œs» serï¿œ el mismo que el que puede otorgar un dentista titulado.
Segï¿œn ha podido saber EL MUNDO, algunas de estas clï¿œnicas han tenido que contratar a odontï¿œlogos ya titulados para poder dar asistencia en periodos en los que no hay alumnos —exï¿œmenes y vacaciones—. Todas coinciden en afirmar que las tarifas que cobran a los pacientes sirven para sufragar los gastos de material y mantenimiento de las instalaciones, por lo que reinvierten todos los beneficios. De hecho, algunas estï¿œn constituidas como fundaciones. No obstante, los dentistas titulados estï¿œn ojo avizor con las clï¿œnicas universitarias para que no se produzcan situaciones de competencia desleal en el mercado.
Mientras, los pacientes, ajenos a la problemï¿œtica y preocupados, sobre todo, por sus bolsillos, optan cada vez mï¿œs por los dentistas en prï¿œcticas. Los precios y la seguridad que intentan vender las universidades —-«los estudiantes estï¿œn acompaï¿œados de dentistas titulados»—- son algunas de las claves del ï¿œxito. Aunque, como siempre, lo que mï¿œs estï¿œ funcionando es el «boca a boca».