Las zapatillas para correr cambian tus pies. Un nuevo estudio de Science pone a prueba esta afirmación y da las razones.
Siempre se ha pensado que los humanos nacimos para correr, pero el asfalto no estaba en el plan original. Correr sobre superficies duras, como el cemento, puede ser duro para nuestros pies.
De acuerdo a "El manual del corredor principiante", "como superficie para correr, el asfalto es preferible al cemento y la tierra es aún mejor, porque absorberá más el impacto". Específicamente, "la carrera sobre superficies más blandas reducirá el esfuerzo y la tensión en los huesos, ligamentos, tendones y músculos".

¿Las zapatillas para correr realmente ayudan o perjudican?
¿Las zapatillas para correr realmente ayudan o perjudican?
Las zapatillas para corredores están diseñadas para amortiguar el impacto con una capa de espuma elástica. Sin embargo, a pesar de los avances en calzado deportivo, la tasa de lesiones al correr no ha disminuido en las últimas cuatro décadas.
En consecuencia, algunos runners y expertos se han cuestionado si, en lugar de ayudar, las zapatillas podrían estar perjudicando nuestra forma de correr.
Para comprobarlo, un grupo de científicos de Science llevó a cabo un experimento interesante: pidieron a 16 participantes que corrieran en una cinta, tanto descalzos como con zapatillas, mientras sensores especiales medían la fuerza y cables finos, insertados en sus pies, registraban la activación muscular.
¿Qué descubrieron?
Al correr descalzos, el arco del pie actúa como un resorte natural que absorbe el impacto y lo convierte en energía para el siguiente paso. Pero cuando los corredores usaron zapatillas, ese movimiento de “resorte” del arco del pie se redujo en un 25%.
Sin embargo, lo curioso fue que, en lugar de relajarse como se creía, los músculos del pie trabajaron aún más para mantener el arco estable mientras usaban zapatillas. Esto significa que el calzado cambia la forma en que el pie se comporta al correr, pero no necesariamente de la manera que muchos esperaban.
Por lo tanto, el estudio de Science sugiere que, aunque las zapatillas ofrecen amortiguación, también pueden hacer que los músculos del pie se esfuercen más. Entonces, no significa que correr descalzo sea mejor, según la investigación, pero sí el tipo de calzado puede influir en la biomecánica de la carrera.
En definitiva, entender cómo nuestras zapatillas afectan la forma en que corremos puede ayudarnos a elegir mejor el tipo de calzado y adaptar nuestra técnica para evitar lesiones.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.