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Sánchez alimenta la conexión con China y se reúne con Xi Jinping en plena escalada de EEUU: "Hay que diversificar alianzas"

El presidente del Gobierno español es el primer dirigente internacional que visita el gigante asiático desde el inicio de la crisis de los aranceles

Llegada de Pedro Sánchez a Pekín.
Llegada de Pedro Sánchez a Pekín.EFE
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En un terreno sembrado de arenas movedizas, Pedro Sánchez camina con paso firme. El presidente del Gobierno aterrizó este jueves en Pekín convencido de que es necesario ahondar y profundizar las relaciones con China. Su aterrizaje estuvo precedido de un ataque de un alto de la administración de EEUU por el acercamiento al gigante asiático -" sería como cortarse el cuello"- y por las críticas del PP, que considera que la visita "tensiona" las relaciones diplomáticas con la UE y EEUU y que debía haberlo suspendido. Estos zarandeos no hacen que el Gobierno se tambalee. Hinca pierna con fuerza en las arenas movedizas, convencido de que no se hundirá y que serán otros los que lo hagan por no seguir sus pasos.

"Nosotros seguimos en la idea que el presidente ha compartido estos días sobre la necesidad de diversificar las alianzas comerciales", exponían fuentes del Gobierno a última hora de la noche en Pekín, mientras ultimaban el encuentro de este viernes con Xi Jinping, el tercero en apenas dos años, convirtiendo al presidente español en un interlocutor privilegiado con el máximo mandatario chino. De hecho, frente a las críticas y el cuestionamiento de su posición, en el equipo de Sánchez ponen el escudo de la Comisión Europea, que ha ido adoptando un discurso como el que hace años viene abanderando Sánchez. "Tenemos una posición alineada con la UE, como ha expresado este mismo jueves Ursula Von der Leyen".

Se refieren en el Gobierno a que la presidenta de la Comisión ha expresado que Europa sigue centrándose en diversificar sus asociaciones comerciales, colaborando con países que representan el 87% del comercio mundial. Y ahí es donde España quiere mostrar el camino y ganar ventaja al resto, aunque la UE sea un mercado único. Pero, cabe recordar, que las visitas de Sánchez a China son bilaterales, y aunque se hagan de manera coordinada con la UE, sirven para poner sobre la mesa los intereses nacionales. Sánchez argumenta su acercamiento a China y otros actores para minimizar la dependencia de EEUU con esta reflexión: "España defiende un mundo de puertas abiertas. Un mundo en el que el comercio une a nuestros pueblos y los hace más prósperos".

Porque desde hace tiempo, en La Moncloa detectaron que había una pata coja en su mesa. La influencia y relación con América Latina es indiscutible, también con Europa, e incluso con África, por ser frontera sur y por la necesidad de tener relación con los países del Sahel por el tema de la inmigración y la lucha contra el terrorismo. El punto débil era Asia. Y se decidió acelerar en esa ruta. Las tres visitas -con la de hoy- a China, y el viaje a La India o Vietnam (esta misma semana, antes de China) muestran ese propósito de intensificar relaciones con economías pujantes.

"Queremos dejar una huella profunda en Asia en los próximos cuatro años, que es probablemente la zona del mundo donde España todavía no tiene una presencia tan afirmada como en el resto del mundo", constató el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en conversación informal con los periodistas desplazados a la minigira asiática que protagoniza Sánchez. "China es un actor de primer orden en lo comercial".

Albares pone voz a la relevancia de este país: "influencia política, extensión geográfica, miembro permanente del Consejo de Seguridad de Nacional de Naciones Unidas. Tiene una especificidad que no se le escapa a nadie". El propio Sánchez, en conversación informal con los periodistas que lo acompañan en esta gira, se ha mostrado convencido de que España puede jugar un papel de constructor de alianzas más equilibradas entre la UE y China.

La cita entre Sánchez y Xi se produje en plena escalada arancelaria entre EEUU y China, siendo el jefe del Ejecutivo español el primer líder que visita el gigante asiático desde que se desató ésta. Sánchez, que define la imposición de aranceles como "injustificada" y "dañina", considera que la tregua anunciada por la administración estadounidense "nos parece una puerta a la negociación y el acuerdo entre países". Pero en el seno del Ejecutivo muestran cautela y durante este jueves han estado analizado el nuevo movimiento de Trump. "Siempre es mejor una tregua que un arancel", expresan fuentes del Gobierno.